Jamas, nunca, ni por todo el oro del mundo, ni por las mas grandes riquezas…me hubiese perdido este beso…
Este fue el regalo de esta sesión de fotos. Nosotras atentas a la luz , moviéndonos, buscando la pose…y en un momento mágico, un beso encendió los ojos de esta niña, que como una maquina perfecta, que no sabe de sensaciones o sentimientos, dibujo la sonrisa perfecta, organizo el gesto y la luz que, como si fuese una caricia, se poso en los rostros de estas niñas y el tiempo se detuvo. Todo comenzó a moverse mas despacio por que ese momento se estaba convirtiendo en eterno.
Un beso que hizo que todo fuese perfecto: el pelo, la sonrisa, los ojos cerrados, el fondo, la flor…todos esos detalles que siempre buscamos para enriquecer la escena fueron organizados por un momento que para nosotras es inolvidable.
Y estamos seguras que el día que estén con sus familia y amigos y reciban sus regalos disfrutaran como nunca y recibirán millones de besos con el mismo cariño…pero este beso es un tesoro vivo que quedara a buen recaudo en ese baúl mágico que es la fotografía.